Henry Perowne es un hombre feliz. Es un reconocido
neurocirujano y está casado con Rosalind, una abogada de un importante
periódico. Ambos disfrutan su trabajo, se quieren y quieren a sus hijos, un
prometedor músico y una joven poeta. Es sábado, 15 de febrero de 2003, el día
de las grandes manifestaciones contra la guerra de Irak. Henry se despierta, va
hacia la ventana de su dormitorio y ve un avión en llamas que sobrevuela
Londres muy bajo. Henry teme un accidente terrible, un ataque terrorista. Más
tarde, escuchando la radio, sabrá que se trata de un aterrizaje forzoso. Y
Henry volverá a dormir, y hará el amor con su mujer, y se irá luego a su
partida de squash semanal. Pero la visión nocturna no ha sido sino el presagio
de la realidad azarosa que irrumpirá en la plácida burbuja de su vida tan
armoniosa...
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